Siguiendo el mismo criterio que he utilizado en la evaluación de las tendencias en fundraising, aquí va la evaluación del post Fundaciones: 5 tendencias para el año 2012 escrito ahora hace un año.

Realizar predicciones en estos tiempos es sin duda un arte arriesgado, especialmente cuando ya hay un consenso generalizado en que el año 2012 va aser un año perdido y amortizado, que habría que eliminar del calendario. Sin embargo, imponerse pensar a veces es necesario y compartirlo es de atrevidos ante el riesgo de que las previsiones no se cumplan.

Aquí van mis 5 predicciones sobre fundaciones para el año 2012, a las que seguirán los post de fundraising e innovación social.

Las promesas electorales de una nueva Ley de Mecenazgo van a quedar el dique seco a la espera de momentos más oportunos en que la recaudación tributaria sea más sólida, quizá el 2015?. Veremos como avanza la propuesta de ley presentada por CiU en Diciembre 2011. El año ha finalizado y seguimos sin Ley de mecenazgo; esta misma semana el Ministro Wert, ha confirmado el nuevo proyecto Ley para esta legislatura, o sea que tranquilos.

Para aquellos que creen ciegamente en el impacto de las nuevas deducciones fiscales les recomiendo que lean el post de Miquel Rodriguez sobre el impacto de la Ley francesa de Mecenazgo y les recuerdo que según la CEOE (relativamente fiables, visto lo visto), el 60% de las empresas tienen pérdidas y sin beneficios no hay deducción por mecenazgo que valga.

El volumen de los recortes nunca se va a compensar con las aportaciones del sector privado, hablamos de dimensiones diferentes.

Sin embargo, el impacto de los recortes públicos anunciados van a ser más evidente en el año 2012 en determinados sectores; cultura, I+D, cooperación al desarrollo y medio ambiente. La pregunta es como va a reaccionar el sector: de momento hemos visto ERE’s y poca cosa más, lo que refleja una falta de alternativas preocupante. A lo largo del 2012 quizá empezaremos a ver algunos signos más allá de la reducción de personal.

Des del el punto de vista de las fundaciones no he visto grandes cambios: los ERE’S han ido seguidos de concursos de acreedores en algunas fundaciones, se han visto pocas fusiones. Creo que ahora es cuando se nota el impacto de la falta de capitalización de las fundaciones; no se hace mucho más por que no hay capital para hacerlo. No se han percibido grandes cambios sectoriales; mucho malestar el algunas ONG de desarrollo sometidas a ERE’s brutales y sólo el discurso de la emigración en las fundaciones de I+D. Los primeros 2 meses de 2013 darán una indicación de por dónde van las cosas.

En conversaciones recientes con personas cuyo criterio considero ha aparecido el concepto “burbuja social”, refiriéndose al extraordinario crecimiento los últimos 15 años de organizaciones de la sociedad civil. La burbuja ha llegado a su fin hace ya unos años, pero el sector no tiene un FROB, ni lo tendrá: será una “reestructuración desordenada”, ya que hay la percepción de que quedan aún margenes de eficiencia.

Estamos en un proceso desordenado de ajuste; que el sector público no haga nada al respecto es grave: ya hemos apuntado en algún post hace meses que sólo el propio sector fundacional se preocupará de si mismo y debe ser capaz de autoorganizarse en este proceso de ajuste de capacidades. No lo veo así: como en el sector empresarial domina el criterio de esperemos a ver el cadáver pasar por delante de la puerta”.

El sector social se salvará de la quema, ya que el sector público lo valora como colchón ante un potencial aumento de la conflictividad social, que se teme casi tanto como a la prima de riesgo.

Creo que aquí pequé de optimista, ya que en el sector social la cosa va por barrios; inmigración, exclusión, mayores muy mal, el resto comulgando con la nefasta doctrina del “aquí hay hambre y hay que dar alimentos”, como en los años 30. Si el estado del SXXI no puede garantizar un mínimo vital, no sé para que queremos estado. ¿Para salvar a los bancos?

Sigue el temor al conflicto social como a la prima de riesgo, pero a una se la cuida y a la otra sólo se la vigila.

La crisis en las obras sociales de las cajas, ha sido mucho más grave de lo que cualquier previsión adelantaba: veremos a las obras sociales cerrar servicios propios por falta de recursos y la imposibilidad de colocárselos al sector público o de venderlos a inversores privados: ¿son éstas las únicas soluciones? Seguramente no, pero parece que sólo se buscan soluciones fáciles, rápidas y a corto plazo.
Creo que sobre este tema no hace falta ningún comentario: lo hemos analizado en diversos artículos.