#Givingtuesday y la monetización de los sueños

imatge-campanya-gt2016Articulo Publicado en la Vanguardia el 26 de Noviembre del 2016

Hay que tomar medidas de seguridad para no verse superado por el tsunami comercial del #Blackfriday: nos llegan correos o SMS cada 5 minutos con nuevas ofertas de productos algunos sorprendentemente alejados de los intereses del receptor. La publicidad se ha vuelto “negra” y no hay compañía o sector económico que no esté volcada en los descuentos: desde vehículos, aparatos de tecnología de lo más diverso y sigo a la espera del SMS con la oferta del seguro de calefacción de la compañía eléctrica. Un factura que en invierno llega a absorber el 35% del importe de la mayoría de las pensiones.

El año pasado las ventas durante el #Blackfriday fueron de más de 1.200M€: 4 días después se celebraba el #GivingTuesday  que promueve las donaciones a fundaciones y ONG y cuyo volumen no llegó al 0,1% de las ventas. Algo no va bien. Y quizá no es Trump, sino nosotros como sociedad.

Las oferta no sólo me llegan de aquí, está globalizada: Amazon, Apple y otras compañías anglosajonas me persiguen con increíbles ofertas, cuyos beneficios finales acabarán en paraísos fiscales, sin contribuir al beneficio de la misma sociedad de que consume sus productos. Mientras aquí en 2017 vamos a estar discutiendo como pagamos el sistema de pensiones.

Dentro de la oferta sin fin, no siempre podremos elegir lo que más nos gusta, en el dudoso caso que nos interese. El precio, claro, los pocos ahorros disponibles, la paga extra perdida hace ya años, el alquiler que han tenido que avalar tus padres por falta de confianza del propietario en tu futuro, los contratos por horas y días, el salario que ya no llega a mileurista. Quizá sólo por el miedo al “no futuro”, que decían los SexPistols en God Save the Queen

Desde que por la mañana al despertarnos encendemos la luz, ya empezamos a consumir y, seguramente, no dejaremos de hacerlo hasta que por la noche en la habitación volvamos a cerrarla. Algún emprendedor razonará estos días: somos consumidores las 24 horas, incluso cuando dormimos consumimos sueños, aunque de momento sean gratuitos: la cuestión está en como monetizar los sueños. Sin duda, será un gran negocio.

Esto esta ocurriendo al mismo tiempo que en el Mediterráneo crece la fosa común para aquellos que quieren llegar a Europa, que 500.000 personas son arrasadas en Alepo ante la mirada indiferente de occidente, que los recursos para investigación en nuestros país siguen estancados, el acuerdo de París sobre Cambio Climático empieza a resbalar ante una pendiente llamada D. Trump y la sociedad que ha descubierto la “posverdad”.

Mientras, España ha caído en 2016 al puesto 79, ahora entre Afganistán y Ghana, del “Índice Global de Generosidad”, publicado esto días por la Charity Aid Foundation: este índice mide la contribución de los ciudadanos con la sociedad a través donaciones en dinero, en especie o voluntariado. El definitiva lo que se ha denominado capital social del que hablaba R. Putean.

Desde hace años se ha asociado la posesión de bienes y el consumo a la satisfacción personal, pero crecen en los últimos años los indicadores que miden la felicidad de las naciones y las personas: estos estudios nos dicen que la felicidad e incluso la expectativa de vida de las personas dependen en buena medida de la capacidad de colaborar con los demás, de darle sentido a nuestra vida y a la convivencia con los demás.

La sociedad cultivada lee “Sapiens” y “Homo Deus” de Yuval Noah Harari y las nuevas generaciones ya no leen pero ven la TEDtalk de harari, en la que apuesta por la colaboración frente a la competición.

Ya que se impulsa el consumo en los grandes medios, ¿por qué no promover también y contribuir a la investigación científica, a la igualdad, a la educación y a una sociedad más sostenible con las mismas herramientas? Con esta estrategia nació el movimiento global #GivingTuesday, que por segundo año se celebra en España el martes 29 de Noviembre: para aprovechar el “ruido” en medios y redes sociales del #Blackfriday y recordarnos a todos que la felicidad y el futuro no se compra, sino que es el resultado de compartir.

Este año el movimiento www.givingtuesday.es recoge en su web más de 300 iniciativas y proyectos, mucho de ellos próximos a nuestro domicilio, con los que podemos colaborar y “comprar” un poco de felicidad. Se trata del día para empezar a dar: la mayoría de las personas que por primera vez se hacen socios o voluntarios, no se arrepienten, repiten durante años porque les proporciona satisfacción y felicidad.

En España, según el estudio del perfil del donante” dela AEFR, 7,5 millones de personas, es decir, el 20% de la población, contribuye económicamente a apoyar causas, frente al 49% de los ciudadanos europeos que lo hacen. Son aportaciones de 150€ al año de media por persona pero que sumados son más de 800M€ y representan la fuerza de la filantropía en nuestro país.

Nos queda mucho tramo por recorrer y este es el objetivo de #GivingTuesday, mientras un emprendedor en algún lado del mundo piensa como monetizar nuestros sueños.