¿Cómo quedan las obras sociales? Una visión práctica con 3 modelos

   
 

A lo largo de los 15 meses en que este blog lleva activo los post de mayor interés han sido sobre obras sociales, especialmente el titulado El fin de las obras sociales en España” y, para mi sorpresa, el más reciente sobre innovación social titulado ¿Dónde estamos hoy en innovación y emprendimiento social? Una visión ácida aunque sólo fuera por su acidez que siempre es bien acogida.

Por las búsquedas en el blog veo que sigue habiendo interés en el “futuro” de las obras sociales, supongo que no sólo entre sus responsables y staff, por lo que me permito apuntar cuáles serán, desde mi modesta opinión, los modelos en que acabarán las obras sociales a un corto plazo, de 2 a 4 años.

Como ya apuntábamos en un artículo publicado en La Vanguardia, la bancarización reduce la propiedad de la caja y de su obra social en el banco, con lo que se reducen su participación en el accionariado. Hoy de Banco de España admite el 25% del banco en manos de la caja /fundación como cuota de control, frente al 50% que exigia un año. Por otra parte los beneficios no son lo que eran.

Algunos primeros datos, difíciles de contrastar, apuntan a que el presupuesto para las obras sociales en 2012 será de unos 550M€, menos de la mitad del ejercicio 2011, y con el inestimable apoyo de la La Caixa que mantiene presupuesto.

Los modelos con que nos vamos a encontrar entre las actuales 14 obras sociales, a fecha de 11 de abril del 2012,  son los siguientes:

  1. Con menos capital y el mismo patrimonio: La Caixa, BBK, Unicaja e Ibercaja, están en este primer modelo de obra social, que les va a permitir mantener su actividad aunque con menos capital, liquidez y el mismo patrimonio. Por tanto, están manteniendo su obra social, introduciendo modelos de generación de ingresos en su actividad propia, aunque con grandes dificultades de mantener la obra en colaboración y las convocatorias, cuando ya no las han eliminado. A corto plazo la obra en colaboración va a desaparecer y será sustituida por nuevos modelos en los que la obra social va a buscar partners para llevar a cabo sus proyectos. Incorpora o el programa de emprendedores sociales parecen los modelos a seguir.
    Algunas de ellas van a captar fondos de los clientes para dirigirlos a sus proyectos, como ya ha empezado a hacer el BBVA con su plataforma de crowdfunding con BBVA Suma.
  2. Modelos casi sin capital, con problemas de liquidez y con patrimonio: en algunos casos el presupuesto de la obra social  procedente de beneficios casi ha desaparecido y la obra social se limita a gestionar y rentabilizar años de inversiones y relaciones, intentando generar ingresos en la actividad de la obra propia o vender hoy lo que hizo hace 5 años y no se vendió por que no hacía falta.
    En algunos casos, las obras sociales van a tener que cerrar algunos edificios y servicios ya que su capacidad de generar recursos propios es inferior a su coste de mantenimiento. Este patrimonio estaría en venta si hubiera si alguien los pudiera comprar pero a veces se trata de edificios históricos fuera de mercado, o con un único cliente potencial, la administración, que no está para estos menesteres.
    ¿Tendría sentido un modelo parecido al National Trust para gestionar este patrimonio antes de cerrarlo? Sería un cambio cultural radical, pero es un dilema parecido al cierre de algunas bibliotecas de obras sociales: si aportan valor para la sociedad va a ser ella misma quién le dé una solución.
    Algunos productos financieros se integrarán como producto quizá único de la obra social en colaboración.
    Este sería el caso, entre otras de Catalunyacaixa, UNIM, Bankia y Mare Nostrum.

  3. Modelos sin capital, sin liquidez y con escaso patrimonio: en estos casos la obra social se va a reducir al mantenimiento mínimo de la marca, con una sede emblemática activa, mientras que el resto de la actividad de la obra social se va a limitar a una gestión patrimonial de unos muebles o inmuebles con escasa salida en el mercado. Un modelo complejo de mantener sin que la obra social pase a ser una sección de protocolo o relaciones externas del Banco matriz.
    El resto de Cajas estarán en esta situación y alguna del modelo 2 a medio plazo.
  4. Sin duda, son modelos complejos de resolver, pero hay que contar con la innovación, la capacidad e inventiva de los gestores de las obras sociales, que seguro que nos darán sorpresas agradables. Quizá la solución esté fuera de su actual entramado organizativo de banco, caja y obra social.
    El modelo que apunta el Banco de Sabadell y la CAM plantea una relación muy diferente, más próxima a la RSC que al modelo anterior de obra social.

    Los cambios que estamos viendo y que vamos a ver son tremendos.

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