Hace ya unas 36 horas que se ha hecho público el incidente del Rey Juan Carlos en su cacería, y parece ser que WWF, es más lenta que un elefante. En su web el domingo a las 21 h, no había ningún comunicado al respecto. Parece que el tema no va con ellos ante una crisis de comunicación de unas dimensiones colosales.

Mientras, en la red bullía la solicitud de que WWF hiciera dimitir a Juan Carlos con más de 22.560 firmas sólo en 3 horas. ¿Qué ocurría y pensaban sus 22.000 seguidores en facebook y 7.000 en twitter?

WWF utiliza en su web un claim para captar socios centrado en la biodiversidad y en las especies amenazas, y parte de estos socios creen en esta causa, de no ser así no pagarían sus cuotas que representan el 30% de sus ingresos.

En twitter, el único canal que ha utilizado WWF las opiniones son claras:

Pero para WWF no va a ser fácil tomar una decisión: como organización con un presupuesto de más de 5M€ tiene un 58% de los ingresos procedentes del sector público (por cierto la última memoria es del 2008 y con muy escasa información de valor) y transmite una imagen infantil, a veces más cercana a los ositos de Tous, reñida con las decisiones difíciles.


No tengo ninguna duda que en WWF pensarán, ¿por qué me he de mojar yo antes que Rajoy? WWF es apolítica y así debería actuar. ¿Qué opinan mis socios? ¿Cual es el perfil de mis socios? ¿Mis socios no son los de Greenpeace? La respuesta es clara: misión y coherencia o quizá una grave crisis de credibilidad.

La última noticia es que WWF no considera perjudicial para la protección de la especie la cacería en ducho zona.

Con esta última opinión WWF está defendiendo a Juan Carlos antes que a su misión. Una grave crisis de comunicación que puede llevar al oso panda a confundirse aún más con el oso de Tous, de Manresa por cierto.

Ser más socios para seguir creciendo, como reclama WWF no es suficiente, hay que ser más para algo.