El fin de las obras sociales en España

   
 

Todo tema con cola llega a su fin. Después de los escarceos en los medios sobre el futuro de las cajas las nubes y el panorama se ha aclarado de pronto. No habrá más caja de ahorro, quizá con la excepción de un modelo “sui generis” en la Caixa a presentar próximamente y, por tanto, tampoco habrá ya más obra social, al menos tal como la hemos conocido hasta ahora.

Como apuntábamos en el post anterior, al comparar el presupuesto de la Fundazione Cariplo (origen del Banco San Paolo IMI) de más de 200M€ frente al presupuesto de 500M€ de la Obra Social de la Caixa, ya ponía de manifiesto una realidad.

La conversión en banco de una caja de ahorros va a suponer necesariamente una importante reducción del presupuesto de su futura fundación y obra social. Ya el FROB establecía la prioridad de los cobros de sus créditos a la asignación de fondos a las obras sociales. A mayor abundamiento con el esquema que se propone la futura fundación (en que se van a convertir la obra social de las cajas) intentarán mantener como mínimo el 50% de las acciones. Por tanto va a suponer una reducción del presupuesto a la mitad.

Si analizamos la evolución del porcentajes de beneficios que las cajas de ahorro vemos que en los últimos 9 años han destinado a su Obra Social entorno al 27% del beneficio. En el año 2010, del que se carecen datos de momento, el porcentaje ha sido inferior debido a la necesidad de aumentar reservas, que junto a los impuestos son los 3 destinos de los beneficios de las cajas.

Sólo la distribución del 50% del beneficio de las acciones a las futuras fundaciones, supondría una reducción a la mitad, es decir, en el año 2009 hubiera supuesto pasar de los 1.107M€ a unos 550M€.

Si consideramos que del total de presupuesto de Obra Social de las Cajas se destinó en el año 2009 unos 300M€ a la financiación de organizaciones del tercer sector, la reducción sería superior al 50%, ya que hay escaso margen de maniobra en su obra propia (museos, exposiciones, centros sociales, sedes corporativas, RRHH, etc). Por lo que hay que prever una reducción a corto plazo aún mucho mayor; el presupuesto del año 2009 para financiar proyectos del tercer sector hubiera rozado escasamente los 100M€, un tercio del actual.

Mas allá de las cifras, y ya en el aspecto cualitativo, hay que plantearse algunas reflexiones sobre cuál ha sido la estrategia de las Obras Sociales en su colaboración con el tercer sector durante este largo período de crecimiento:

  1. Se ha promovido el gasto en inversión por indicación de las propias administraciones públicas en buena parte de las ocasiones, junto con una cierta estrategia de financiación de proyectos innovadores, pobre en su definición y concepción por parte de las Obras Sociales.
  2. No se ha desarrollado una estrategia de fortalecimiento del tercer sector, en la que se han centrado las fundaciones de las antiguas cajas italianas en los últimos años. Esta circunstancia va a pasar factura a ambas partes: las obras sociales al haber mantenido un tercer sector dependiente en exceso y el tercer sector que reforzará su presión a las Cajas ante el desguace que se avecina.
  3. La reestructuración de las cajas ya ha llegado a las propias obras sociales, que en algunos casos han visto reducidos sus recursos humanos para adaptarlos al nuevo entorno.
  4. Para finalizar las cajas no han sido capaces de desarrollar productos financieros específicos para el tercer sector, que ahora van a tener que definir como alternativa para seguir manteniendo la relación especial que han mantenido y el propio carácter diferencial respecto a los bancos.

La creación de mecanismos de financiación de la inversión, siguiendo el modelo del Charity Bank aún en fase de desarrollo, sería la alternativa. Sin embargo, se han perdido años para consolidar un tercer sector emprendedor.

Desde mi punto de vista, quizá la nueva estructura bancaria de las cajas y sus fundaciones será más transparente en la elección de sus órganos de gobierno, actualmente difícil de entender para la mayoría de los mortales.

7 comentarios
  1. Jaume Albaigès says:

    Pinten bastos, que se sol dir…

    El tercer sector haurà de fer reflexions i transformacions profundes per garantir la seva viabilitat. Si en el cas de les administracions públiques la retallada és dura però potencialment recuperable quan millori la situació macroeconòmica (ni que sigui a deu anys vista), en el cas de les caixes aquest és un camí sense retorn. Per tant, les entitats, o bé s’hauran de reforçar per la via de la base social, o bé generant recursos propis a partir de la “capitalització” del seu talent i coneixement (més enllà de la prestació de serveis a l’administració que ja coneixem). Temps complexos, difícils, però amb oportunitats, per descomptat.

    Pel que fa al tema dels productes financers adaptats al sector, i aprofitant la reducció del suport de les caixes tradicionals, probablement serà l’hora que bona part de les entitats orientin definitivament, que ja seria hora, la seva operativa cap a la banca ètica.

    Felicitats pel blog, Ricard!

    Responder
  2. Gonzalo Carreño says:

    A la luz de los hechos actuales…y quizás los futuros, a tu juicio, cuáles serían las alternativas de financiación que les van quedando para las ong ya que ni las obras sociales, ni las fundaciones privadas, ni admon. pública, ni hablar de donantes privados.
    Y principalmente me refiero a las ong medianas y pequeñas ya que los IO, Cruz Roja, Entreculturas, etc….. están, en cierta medida en otras ligas.

    Tan negro lo ves?

    Enhorabuena por el blog.

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  3. Chris Carnie says:

    Felicidades Ricard

    Temo mucho esta conversión de caja en fundación + banca. Además de la reducción en capital hay el simple hecho que una caja es un generador de lucro – un motor continuo de dinero – mientras una fundación es una entidad con una dotación de dinero. Mucho mejor para el futuro del tercer sector un motor continúo de dinero que una dotación fija.

    Temo que el público sería hipnotizado por los números (“¡nuevas fundaciones multimillonarias!”) y no entenderá que, a largo plazo, el tercer sector perderá uno de sus principales motores de financiación.

    Saludos, de Montseny

    Chris

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  4. Uri says:

    Gràcies per aquest bon anàlisi, Ricard!

    Jo no acabo d’entendre que tothom hagi acceptat (especialment les pròpies caixes) la inevitibilitat de la privatització, després d’any sentint que teníem un sistema financer únic a Europa que calia defensar. De fet, estic al.lucinant amb la rapidesa amb què s’ha imposat el canvi i s’ha transmès la necessitat via mitjans de comunicació. Les crítiques han estat poques (visca la Muriel Casals!) i per sort el Tercer Sector és un dels pocs que ha alçat la veu.

    Se’ns diu que la privatització és l’única forma que tenen les caixes ara mateix per ampliar capital. Però no han estat ampliant capital durant anys i creixent a base de bé fins a menjar-se bona part del mercat dels bancs? I no segueixen tenint beneficis?

    Que se’ns expliqui tot, si-us-plau! Ricard, ajuda!

    Estoc d’acord amb el Jaume que les ONGs haurem d’espavilar-nos però we will survive! I visca la banca ètica!!

    Oriol

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  5. Anonymous says:

    Es rico la pluraridad, las lenguas y las culturas….. pero siempre y cuando se entiendan. ¿puedes poner un traductor? aunque son lenguas minoritarias, puede que merezca la pena conocer sus comentarios.
    Muchas gracias por compartir
    Buen día
    Jesús

    Responder
  6. Anonymous says:

    Todo el mundo entiende que un enfermo tenga atención médica profesional y se pongan los medios para sanarlo. La Obra Social de Catalunya Caixa ha estado enferma desde hace al menos 5 años. A pesar de las ayudas, la atención que ha tenido la entidad ha sido mínima por no decir una absoluta dejadez por parte de sus dirigentes. Han sido muchas las quejas de mala organización y funcionamiento hechas por mí y otros compañeros con muchos años de experiencia profesional derrochada por dirigentes incompetentes. Prueba de lo que digo son los escritos dirigidos al Sr. Narcís Serra (2007) y Adolf Todó (2010); quejas con propuestas para mejorar que la dirección ha pasado por el filtro de las formas y que sólo responden con despidos torpes como los realizados en los últimos tres meses. Estrategias empresariales del siglo pasado que ni tienen ni tendrán ningún futuro. Sinceramente se necesita un relevo generacional que no se está produciendo.

    XAVIER FOSSATI
    trabajador Social
    Ex trabajador de la Obra Social de CatalunyaCaixa.

    Responder

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